E l hondo suspiro...
-¡El sufrimiento termino!...dijo el doctor.
Un hondo suspiro se escucho en todos los rincones del salón; las lagrimas no se hicieron esperar aunque muchos de los presentes trataron de ahogarlas, estas se imponían como un río que busca su cause.
Su cuerpecito pálido yacía sobre la camilla; inmóvil, todavía conservaba la calentura de cuando estuvo vivo; pero el no tuvo la culpa de haber tenido ese mal que le quito la vida..... ¿Quién era el culpable?
Ya no jugaría ni reiría mas aquí en la tierra, el sufrimiento había cesado al fin.....
Su cuerpo maltratado por la terrible enfermedad dejaba claras pruebas y un hondo dolor ante los ojos de quienes le observaron ....
Solo, en aquella cama con quien se fundió en los últimos días, su corazón de niño albergaba la ilusión que los caracteriza ; soñaba con el regalo de navidad que el doctor le había prometido; también había prometido a su primo jugar a las metras con el luego de la escuela....
¿Quién era el culpable?...
No entendía porque sucedían las cosas, sus escasos cinco años no se lo permitían, pero hasta el ultimo momento conservo su alegría a pesar de su mal, su rostro conservo la dulzura y belleza de esta edad. Si no hubiese sido por el culpable, esa belleza estuviera aquí.....pero no, se fue y en el mas allá se reencontró con aquella mujer que un día le albergo en su cuerpo y le arrojo en el mundo y así como le dio la vida, le dio la muerte al pasar a su cuerpo el mal que le recordaba las faltas que había cometido con su cuerpo y al verle le pregunto:
-¿Quién es el culpable?...
EL VIAJE...
¿Cuántos recuerdos podría tener guardados Iván en su cabeza y en su corazón?...
los había guardado como un niño guarda sus caramelos para la hora de la merienda escolar. Ellos ahora eran su única compañía en medio de aquella muchedumbre sedienta de cariño, de amor. Llenos de nostalgias y de llantos escondidos.
Habían pasado tres meses y aun no sabia nada de ellos; era terrible ver los niños correr por los jardines y praderas, felices, con caras sonrojadas, pero felices. Tal vez ya no sabría de ellos por la vía natural, ya no era necesario.
Todo había cambiado aquella mañana cuando decidió marcharse.
-¡Recogió sus cosas y se marcho dijo la criada; una mujer negra cuya voz era como la de los ángeles.
-¿Pero no dijo nada? Pregunto su mujer.
-No, señora, nada.
¿Cómo se podía haber ido así sin dejar huella? Se pregunto su mujer varias veces antes de ir a la puerta de la calle. No lo concebía; era inaudito para ella. La vida se le había pasado casi sin darse cuenta y ahora ya no estaba.
Las nubes adornaban el cielo lleno de esperanzas de que volviera pronto, las montañas a los lejos escondían el misterio y su eco en la inmensidad repetía redundante su nombre:
-¡Iván! ¡Iván!
Pero ya no podía volver a ellas, el viento le había llevado lejos, a otras tierras, a otro mundo. Le hubiese gustado quedarse pero no podía, le necesitaban en ese lugar. Iván era maestro en la escuela de su pueblo y los años le habían enseñado a querer cada día mas a los niños, les amaba mucho y les consentía cuando hacían travesuras que los adultos no aceptaban el tan solo decía:
-¡Dejadle que son niños! Pero nadie le entendía, nunca le entendieron.
Vivía humildemente con la familia que Dos le había dado pero tampoco llegaron a comprenderle. La comprensión de los hombres no había sido para el; la deseo muchas veces pero no le llego, lo que pedía era algo muy grande.
Así paso el tiempo y su cuerpo se gasto entre los lirios y flores del jardín, cada mañana tomaba su café negrito, oloroso y caliente; entre los chiquillos de la escuela, pero estaba solo y reflexionaba.
-¡La soledad! Misteriosa palabra que acompaña la vida sin que nos demos cuenta....
Ella como una dulce dama risueña le susurraba al oído canciones y tormentos pero estaba allí. Fiel compañera, ella siempre quedaba a su lado cuando todos se habían marchado. Se adornaba con sus mejores trajes cada día y aunque al principio el le rechazaba ella se convirtió en su amiga fiel y constante, en la dulce soledad. Y en el día de su partida ella estaba con el acompañándole.
Salió de la casa muy temprano, luego de haber tomado su taza de café negro contemplando las flores del jardín; no aviso a nadie a donde iba porque solo daría una vuelta y regresaría a la hora del almuerzo, no podía perderse el hervido que había preparado Matilde, ni el desmechado de carne, ni las parchitas en jugo que tanto le gustaban.
Camino varias cuadras relamiéndose los labios hasta que llego a la esquina del sol, allí doblo porque iría a ver a su amigo Rogelio, el pobre enfermo agonizaba poco a poco en su lecho.
Iván quería despedirse de el antes que muriera no fuera a ser que este desde el mas allá le halara las patas por ser tan mal amigo. La panadería de la esquina el sol era una de las mas famosas; sus dulces y confitería atraían a todo el que pasaba y se extasiaba frente a sus vidrieras.
Iván doblo la esquina pero no pudo resistir aquella tentación que le ofrecía a sus ojos, así que entro y se sentó cómodo en una de sus mesas. Tomo un café y uno de sus dulces preferidos..una torta de pan fresca. Pensó en su amigo mientras disfrutaba de la torta y sintió pena por el, pero no podía hacer nada. Termino de satisfacer su antojo y cancelando lo consumido salió a la calle.
La gente pasaba, unos alegres, unos serios o tristes, otros apurados e Iván con su calma particular reanudo su camino calle abajo sin sospechar como cambiaria su vida aquella mañana. Se adentro en ella con paso firme, el cielo iluminado le vigilaba y a la vez era cómplice de lo que estaba por acontecerle. Las nubes abrieron paso al arco iris multicolor y misterioso, un viento fuerte se precipito sobre el quien sin advertirlo seguía sumido en sus pensamientos hasta que una sorprendente lechuza le envolvió en su graznido....sintió tambalearse y caer pero se contuvo recostándose a una pared. La lechuza de ojos iluminados volvió hacia el y le miro fijamente haciendo que este perdiera el conocimiento.
Perdió la noción del tiempo y se dejo llevar....luego una fresca brisa inundaba la calle y un frío rocío la baño dejando sobre ella un manto de pétalos dorados.......
sábado, 24 de noviembre de 2007
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